30 de junio de 2012


CARTA DE UN DIRECTOR AL INSPECTOR JEFE PROVINCIAL ADJUNTO

Incluimos una carta remitida por el director de un centro de Primaria al Inspector Jefe Provincial Adjunto y publicada anteriormente en la página de Marea Verde. 
[ Tras la respuesta y el apoyo de los cinco sindicatos con representación en la mesa sectorial y la petición de IU del cese inmediato del responsable por prácticas autoritarias y antidemocráticas, llegó en sábado un nuevo correo electrónico a los centros.  En este último correo el Inspector Jefe Provincial Adjunto pedía disculpas por el “olvido”, al no haber mencionado que la respuesta a los datos personales de los docentes era voluntaria.]


Estimado amigo y compañero:
Suelo responder con diligencia a cuantas peticiones me soléis enviar desde el Servicio de Inspección. Ésta concretamente y sobre los encierros en los centros quiero decirte que me sorprendió. 
Aquí arriba tienes los datos numéricos que me solicitas y supongo que te aclaran cualquier duda sobre el total de personas que participaron en los denominados encierros. Decirte también, que he recibido el mensaje en donde te disculpas por el olvido sobre la obligación de facilitarte los DNIs de los profesores que llevaron a cabo los encierros. 
Ahora ya, como compañero y como director, me permito hacerte las valoraciones personales que complementan los datos numéricos. Cabría preguntarse por qué se han hecho estas actividades y para qué. Es una pregunta que se entronca directamente con el sentido que tiene el colegio como lugar de encuentro y participación. Profesores, alumnos y familias hemos encontrado un sitio en el que compartir ilusiones, en un tiempo difícil y complicado. Hemos vuelto a soñar con una escuela libre, pública y de calidad. Conquistar la escuela como edificio de todos y para todos es una hazaña que nos debería de enorgullecer como personas y como profesionales docentes. Hemos hecho videos, visto películas, talleres de maquillaje y mesas y asambleas informativas. En algunos países de nuestro entorno, estas iniciativas estarían premiadas y la administración educativa reconocería el esfuerzo (fuera del horario lectivo) de sus docentes como un tesoro. Aquí lamentablemente y llevados, creo, por el no entender que las utopías dejan de ser posibles cuando son cotidianas, se me piden datos, supongo, que para saber que montante estadístico ha tenido esta bonita iniciativa. Sobre los números no tengo ningún inconveniente porque es una actividad aprobada por Consejo Escolar, libre y voluntaria como lo son otras como la fiesta del AMPA o las salidas extraescolares que se hacen fuera del horario lectivo. Nunca se me piden datos numéricos sobre éstas y me sorprende que se me pidan ahora sobre una actividad de parecidas características. Sobre los DNIs y nombres, pues, intento entender por y para qué se me solicitan (si lo veo conveniente) porque no consigo comprender. Me imagino que será un intento de control; pienso en un tipo de inoculación de miedo, sigo pensando,…y lo dejo porque al que le da miedo es a mí, adivinando  otras alternativas oscuras y opacas que se me escapan.  A estas alturas de mi vida profesional y personal hay pocas cosas que me aterroricen. A los que tenemos una trayectoria democrática que poner encima de la mesa, la petición de DNIs nos retrotrae a épocas de este país que es mejor no recordar, aunque no conviene olvidarlas. No, no veo conveniente facilitarte los datos personales de las personas que se encerraron. Ni puedo, ni quiero. Únicamente se me ocurre, como en la “fuenteovejunada” clásica, decirte que “fuimos todos en esencia y algunos en presencia”, los que nos unimos a una corriente de pensamiento libre y que aún sigue creyendo en que otro mundo es posible.

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